Mi Bestia Interior

Mi Bestia Interior

domenica, novembre 29, 2009

Un poco más ebrio

Hunden los brazos en el agua, el agua helada que se despeina con los vientos locos de las montañas. Buscan flechas de plata que se escapan en todas direcciones, y de tanto buscar llegan a la noche encontrando el consuelo en el fuego líquido. Mientras conversan en torno a una luz que parpadea, el agua mansa se prepara para recibir el fruto de una castración que dará origen a una diosa de espuma, de pelo rojo y pechos desnudos.

domenica, novembre 08, 2009

La felicidad es un invento del cine

Entonces se apoderó de nosotros algo así como la soledad. Yo caminaba mirando las luces rojas reflejadas en el pavimento mojado y sucio, pensando en las pocas ganas que tenía de llegar a casa. ¿Para qué llevar los diarios si no hay alguien que los espere? ¿Para que dejar el teléfono prendido toda la noche? No sé si alguna vez hice las cosas bien, no puedo decirlo. ¿Qué voy a hacer otra noche en casa? Tendré que adivinar lo que te está pasando ahora. Y la verdad es que soy muy malo para esas cosas.

domenica, ottobre 25, 2009

Mañana la sigo, ahora me voy

Me preguntan o me dicen, según el día o el interlocutor, si uno escribe en tono autobiográfico. No lo sé. No me creen. Supongo que escriben los que escriben de sus mundos, de lo que llamaba Wilde los infiernos personales. ¿De qué iban a escribir? Todo debería ser considerado autobiografía, hasta la fabricación de automóviles.

mercoledì, ottobre 21, 2009

Más allá de tus ruinas

Un amor que se oculta, que no se muestra, que no se deja ver pero atraviesa las paredes de la ciudad, con la fuerza de un súper héroe. Estaba tratando de soñar con vos y lo único que consegui es soñar con un baldío inundado, con miles de caballos muertos mirandome bajo la superficie de un agua cristalina. ¿Nos volveremos a ver? Creo que sí.

martedì, settembre 15, 2009

El Negro Balú

-Pendejos, ya basta de mocos. Es hora que vayan a la casa del Negro Balú, que vive en el 233.
-¿Pero ahí no vivían esas dos rubias que estaban matando?
-Ahora vive el Negro Balú. Fuimos a la casa del negro ese, un grone de dos metros con unas manos enormes.
-Sientense donde puedan, acá no hay sillas.
Ok.
El Balú se paró en el medio del comedor.
Estas son las leyes de Ejército.
En Ejército no se habla. Nunca digan "le rompemos las piernas" y después no la hacen. Si hay que ir, hay que ir y quebrar las piernas y sin hablar. Lo mismo, cuando se trata de ajustar a un gil.
En Ejército, la 22 va en los lienzos, sobre la raya del culo, nunca adelante: mejor un balazo en el upite que en las bolas.
En Ejército, los carteludos terminan mal y los confidentes terminan peor.
En Ejército no se pelean los amigos por una guacha y mucho menos por el fútbol.
En Ejército no se tocan timbres.
En Ejército esquivamos a los cobanis.
Ahora, vayan. Y no se metan en kilombos, que los abogados están cobrando todo más caro.

lunedì, agosto 24, 2009

Desayuno de campeones

Eres lo mejor del mundo/ y lo sabes/
Javi Punga "Amar Amar"

Me harté de pagarle cervezas a un boludo de ocasión con ganas de ser eterno, o al menos omnipresente. Pagaba yo porque estaba aburrido de estar solo. ¿Cómo es estar solo? No lo sabía, lo imaginaba. Pensaba que estar solo es ser yo. La soledad soy yo. No soy muy bueno para las excusas, pero a las seis de la mañana cualquiera es creíble a pesar de sus mentiras. Así que fue cuestión de decir estoy cansado, chau, me voy a dormir y nos vemos en la próxima. Estar solo es tener la televisión prendida en mute. No es más barato que tener una pecera, por ejemplo, pero no requiere atención, no hay que cambiar el agua ni poner comida. Como los peces, la televisión no tiene sentimientos. ¿Dónde consigo un bar a esta hora? Esas son las cosas en las que me gusta pensar. No me puedo aprender los nombres de los puentes de Córdoba ¿éste es Centenario? Que me digan lo grosso que soy me rompe las pelotas. Perdón. Un grosso debería saber cómo se llamaba ese puente. Habrá sido Centenario, habrá sido. Las grandes cosas, la muerte, un beso, una puñalada, un corte, ocurren sin presentación. Ocurren como Angelito. No pierdo el tiempo en intros, iba a cruzar la calle, esperaba el semáforo cuando el ciego me dijo me ayudás. ¿A cruzar la calle? No, a encontrar un bar abierto. Estoy buscando un bar abierto y no sé dónde puedo ir, sí, así fue cómo se lo dije. Conozco uno a una cuadra del San Roque, es lo que dijo Angelito cuando cruzamos Humberto Primo. Allá fuimos. Vendo breteles de silicona en la peatonal. ¿Y se venden bien? Sí, todo el mundo compra eso, lo usan las chicas porque no se ven. Angelito no los ve y de no ver sabe mucho más que yo, seguro. Sólo una cosa, dijo Angelito, las cervezas las pagamos a medias y si no quedamos sin plata invito yo porque acá me dan fiado. Era un buen trato, no le dije que yo estaba harto también de que me vivan, de ser un paganini. Cuando estoy solo, a la noche, en mi pieza, me fumo un porro, mi vieja se enoja y me reta, pero ella no entiende que yo soy ciego, que me gustaría tener una mina, que me gustaría tener un amigo, antes salía con los chicos de la cuadra pero me di cuenta de que las cervezas las pagaba siempre yo. Esos no son amigos, por eso los corté, yo no voy a pasar por gil. ¿Cuando fumás qué sentís? Pregunta estúpida. Me pongo re loco pero no me olvido de que soy ciego. Sólo estoy re loco, pero al otro día me levanto a las 6 y me voy a laburar, yo no soy un vago. ¿Me llevás al baño? Éste va a vomitar, cagamos. ¿Por qué? ¿Te sentís mal? No, boludo, es que no veo. Ah, claro, se va a mear las zapatillas. Un rato después, Angelito me dijo que ya estaba de día. ¿Cómo sabés? Porque veo que hay más luz, no soy ciego de nacimiento, me fui quedando ciego cuando era pendejo,cómo te lo puedo decir, veo todo amarillo y ahora está más fuerte, porque deben ser como las 8 o más. Viernes a las 8 de la mañana, Angelito se pidió una cerveza y yo le dije que me iba y él me dijo que me vaya, que esa cerveza se la tomaba solo y que por eso la pagaba él. Y ahí lo dejé mientras me decía que ese día no iba a trabajar, que se iba a dormir y que seguramente la madre lo iba a retar. Pero yo no soy un vago, a mi me gusta trabajar.

giovedì, marzo 19, 2009

Temporada de incendios

...entre tus gritos y el bar...
Verano fatal. Prietto viaja al cosmos con Mariano.
Norberto y Willy no pudieron escapar del auto en llamas. No saben lo que se siente ver a dos amigos morir y no poder hacer nada. El viento cambió de golpe y ellos pensaron salvar el coche de las llamas. No me hicieron caso y se subieron. El falcon nunca arrancó y los chicos no quisieron abandonarlo. Era nuestro Falcon. Era más que un amigo de la escuela. Aferrados al torpedo, Norberto y Willy no tuvieron tiempo de salir y el fuego se los tragó. Así: se los tragó. Pude correr y salir a la ruta. La temporada de incendios ya había terminado. Después de llorar, pense como escribió alguien por ahí: "todos seremos olvidados".

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