Probando...

... están ahí??? ¡Qué silencio! No queda nadie. Afuera no hay nadie. Nadie podría culpar a los monoteísmos de las Cruzadas. No se puede decir que el cristianismo y el islam hayan regado de cadáveres la "Tierra Santa". No se pude culpar a la religión del Estado por los millones de muertos que dejó en buena parte del mundo, durante el Siglo XX. No se puede decir que esas fantasías hayan tenido la culpa. Sin embargo a ninguno de esos muertos los mató la droga, el sexo o el rock and roll.

Una fantasía memorable!

En el episodio anterior hubo dos variaciones sobre un mismo tema, todo tomado de una novela que bien podrían leer, además de verla por la tele. Ah!, el título de este episodio es de otro autor. Aclaro por las dudas alguien piense que hay un error en el blog. Listo. ¡Sigan en sus cosas!

La Bestia Nel Cuore

Corrimos drogados y borrachos detrás del conejo blanco. Nos metimos en el agujero y caímos, sin parar. La onda era esa: salimos del aburrimiento con un conejo. Nos fuimos atrás de él y llegamos al jardín que cuidaban los naipes. Lewis, gracias.

El conejo blanco

¿Lo has visto? De cabeza, se tiró en un hueco y allá fuiste a caer vos también. Corrimos detrás del conejo y nos fuimos directamente al jardín que cuidaban los naipes. Bastaba el conejo, la caída, para sacarnos de este aburrimiento. Saludos, Lewis. Yo también quisiera hacerme chiquito y jugar al crocket.

Crac, crac

Crac, crac. Un ruido así se hizo en mi cabeza a las horas tempranas del domingo. Cric, crac, los huesos del cráneo, ya sin amalgama. Si pudiera suicidarme dos veces, lo haría. Crac, crac, el blister de 10 pastillas. La enfermedad me espera, da vueltas a mi alrededor. Me come el león, al fin y al cabo. Sí, creo que lo haría. Crac.