Mi Bestia Interior

Mi Bestia Interior

martedì, maggio 06, 2008

The garden


Penitentes estacas vivientes, guardianes de mi sueño. El puma camina sobre la tapia y se adivina su terrible cara amarilla entre las hojas de la higuera. Habían caído ahí, huyendo, a vivir una novela fantástica, en una casa nueva, poblada de criaturas que esperan las primeras sombras para salir en puntas de pie por el patio de mosaicos. Algunas corren entre los muebles y la pared, de un lado al otro de la habitación. Hablan, se ríen, pero no se dejan ver. Seguro se burlan de los nuevos ocupantes de la casa. Los miran desde adentro de los espejos. Mamá dijo que no había que mirar mucho en el espejo, porque se aparece el Diablo. Ella sabía que no había un Diablo ahí. Sonriendo, revuelven las medias, los pantalones y las revistas. Y cuando seas más grande, liberarán de su oscuro calabozo tus cigarrillos, tus fosfóros y, peor aun, tus nuevas revistas.

1 commento:

Petra von Feuer ha detto...

No había un Diablo, había cosas peores...

Parece que los fantasmas existen, conchisumá.

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