Perfecto

Venía al caso que dijera alguna palabra, pero no soy muy bueno para esas cosas. Pensaba y me quedaba en silencio. Pensaba y era demasiado berreta a cada segundo. Qué vamos a hacer en este tiempo de egos. No sabés. Escondido entre las plantas, buscaba algo inteligente que decir, para salir y pronunciar un largo discurso. Es hora de tomar nota de lo que había dicho Horacio. "Hay que domar las pasiones". Es un defecto ser sentimental. No me sale transmitir un sentimiento. Las palabras viajan más seguras hacia las mentes cuando no son vehículo de esas sensaciones. No es tan complejo. No es más simple, tampoco. Vibraba mi cabeza al ritmo de las ondas de mi cerebro. Como un gimnosofista, me siento desnudo a mirar el universo que se expande como una mancha de aceite. Son colores que se mezclan. Las emociones quedan atrás y los enigmas vienen como ondas de radiación solar que me traspasan. Es algo grande. Una bomba H. Con este tema puedo robar un minuto de tu amable atención. Atrás queda el blues, el rock está en el sótano. Escondido. Los monumentos de ayer quedaron en el ayer, como tu cabeza atormentada de pasiones que te castigan, que te atan y no te dejan avanzar. Pum! Es el ruido de lo que se creía y que ahora cae. Están en desgracia. Bañado por la saliva, me flagelo en un rincón hasta quedarme dormido por el dolor. Caliento un cuchillo, lo pongo al rojo y me marco la piel. Aún así, no tengo porque contar qué es lo que se siente. Final feliz sin ideologías que te llevaron antes a la causa esteril de luchar. Estoy un paso adelante y me siento tan bien como para decirlo. ¿Eso te asusta? Pobre, no estarás capacitado para entenderlo. No hay razón por la que morir y eso es un gran paso para la Humanidad. Algunos tuvieron que viajar al espacio para saber de qué había hablado Galileo. Los pasionales de aquella época sólo pudieron encerrarlo y dejarlo morir ciego y enfermo. Con las mismas palabras que ellos, él había salido de las pasiones para alumbrar el mundo nuevo. Salve.